Querido Padre Celestial,

Alabanza

Ojalá que yo hubiera estado en los coros mientras celebraban “la dedicación con alegría, con himnos de acción de gracias y con cánticos, acompañados de címbalos, arpas y liras” (Neh 12:27). Qué maravilloso es alabar Tu Nombre y regocijarme en Tu Presencia con gran gozo. Eres el Dios que me restaura, ¡el Dios que me da nuevas oportunidades! ¡Grande es Tu Nombre y muy digno de ser alabado! ¡Que toda la honra, toda la gloria y todo el poder sean para Ti!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste sobre la repoblación de Jerusalén y la dedicación de las murallas de la ciudad. Cuando los desterrados regresaron a Judá, pocos de ellos vivían en la ciudad misma porque Jerusalén estaba en ruinas. En los días de Nehemías, algunos 93 años después del primer regreso, la ciudad todavía estaba sin habitantes; “La ciudad era espaciosa y grande, pero el pueblo dentro de ella era poco y no había casas reedificadas” (Neh 7:4). Sin embargo, al edificar las murallas de la ciudad subió un nuevo deseo para vivir otra vez en la “santa ciudad” (Neh 11:1). El pueblo echó suertes para decidir quiénes se mudarían a la ciudad, y bendijeron a los que voluntariamente tomaron la decisión para morar en Jerusalén. Esto me enseña la importancia de estar presente en el lugar que Tú quieres. Warren Wiersbe dijo: “No menosprecies nunca la importancia de simplemente estar presente en el lugar en que Dios te ha puesto. Es posible que Él nunca te pida trabajar en algún ministerio espectacular, pero el mero hecho de estar en ese lugar es un ministerio. Los hombres, las mujeres, y los niños que moraban en la ciudad de Jerusalén servían a Dios, a su nación y a las generaciones que habrían de venir por su paso de fe”. Poco tiempo después de hacer los preparativos para repoblar la ciudad, Nehemías organizó una ceremonia de dedicación para celebrar las murallas nuevas. Él nombró dos coros grandes, uno para el lado derecho de la ciudad y otro para el izquierdo. Ellos marcharon encima de las murallas y se reunieron en el templo. ¡Me encanta su idea de tener un desfile encima de las murallas! Al fin y al cabo, Tobías se había burlado de sus esfuerzos al decir: ‘Si un zorro saltara sobre ello, derribaría su muralla de piedra” (Neh 4:3). ¡Ojalá que él hubiera estado presente para ver los dos grandes coros marchando encima de las murallas, cantando mientras seguían hacia el templo! Esto me enseña que debo dejar el escarnio de este mundo en Tus manos. ¡Tú puedes hacer que ellos se traguen sus propias palabras! ¡Qué magnífico día en la comunidad restaurada! Nehemías Te había obedecido fielmente, el pueblo había respondido con fe, las murallas de Jerusalén habían sido terminadas, el pacto había sido renovado, y el ministerio del templo se había reorganizado según Tu voluntad.

Reflexión

Tomar la decisión para mudarse a Jerusalén debía ser difícil, pero parece que ellos estaban felices al servirte en esta manera. ¿Estaría dispuesto a mudarme si eso fuera lo que Tu Espíritu pidiera que yo haga?

Petición

Padre, ayúdame a estar contento en el lugar donde me has puesto. Dame la gracia que necesito para trabajar con gozo al servirte en mi hogar, mi comunidad, mi iglesia, y mi nación.

Agradecimiento

Gracias por el gozo que viene de servir en Tu Reino. ¡Me regocijo al saber que Tú haces que todas las cosas cooperen para mi bien y para Tu gloria!

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Nehemías 12:43.