Querido Padre Celestial, Alabanza Me uno con el remanente y digo: “Sea bendito Tu glorioso nombre y exaltado sobre toda bendición y alabanza. Sólo Tú eres el Señor. Tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos con todo su ejército, la tierra y todo lo que en ella hay, los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos y el ejército de los cielos se postra ante Ti” (Neh 9:5–6). Me postro delante de Ti, y exalto Tu Nombre. ¡Aleluya! Hoy en Tu Palabra Hoy me dijiste una historia de avivamiento y de reforma. El avivamiento comenzó con la predicación de Tu Palabra, continuó con confesión y arrepentimiento, y culminó en renovación y reconsagración. ¡Hay tantas lecciones en esta lectura! Primera, el pueblo se reunió y pidió que Esdras les leyera del Libro de la Ley de Moisés. ¡Qué actitud inspiradora! Esto me enseña la importancia del hambre por Tu Palabra. Mi corazón debe dar la bienvenida a Tus mandatos y abrazar Tus enseñanzas (v. Jn 7:17). Segunda, Esdras y los levitas estaban con el pueblo, “…dándole el sentido para que entendieran la lectura” (Neh 8:8). Esto me muestra la importancia de la exegesis sólida, porque desde la interpretación sube la aplicación. Cuando entiendo lo que me dices, puedo aplicar Tus palabras a mi vida. Tercera, el pueblo “lloraba al oír las palabras de la ley” (Neh 8:9). Esto me enseña que una fe verdadera muestra un dolor sincero por el pecado. Debo estar triste al darme cuenta de que mi vida no está de acuerdo con Tu voluntad, y ese dolor siempre debe llevarme hasta el arrepentimiento (2 Co 7:10). Cuarta, aunque Esdras y Nehemías estaban felices al ver el dolor piadoso del pueblo, les instaron para que dejaran a un lado su dolor y que celebraran la Fiesta de las Trompetas como querías (v. Lv 23:24–25). El pueblo obedeció, mostrando la sinceridad de su fe y de su arrepentimiento. Esto me revela que hay unas ocasiones para el regocijo y otras para el dolor, y que la santidad se expresa mejor por medio del gozo en Ti. Quinta, al próximo día, los líderes del pueblo, junto con los sacerdotes y los levitas, se acercaron a Esdras para estudiar la Ley. Su estudio fue recompensado al descubrir la Fiesta de los Tabernáculos. Esto me enseña la importancia de leer toda Tu Palabra. Si no la leo con regularidad, me faltarán verdades que Tú quieres que yo sepa. Sexta, Esdras leyó la Ley en voz alta a toda la asamblea cada día durante la Fiesta de los Tabernáculos. Esto me muestra que una característica de la santidad es un hambre insaciable de aprender más de Tu Palabra. ¡Leer la Biblia debe ser parte de mi vida cotidiana! Reflexión Después de que terminó la Fiesta de los Tabernáculos, el pueblo se juntó para un tiempo de confesión y de arrepentimiento. Se concluyó este tiempo al firmar un pacto nacional en que prometieron amarte a Ti y obedecer Tu Ley. ¿He hecho personalmente lo que ellos hicieron como grupo? ¿Estoy comprometido a seguirte toda mi vida? Petición Padre, ¡esta historia es tan inspiradora y motivadora! Dame un corazón sensible y hambre por Tu Palabra. ¡Que yo siempre sienta dolor por el pecado y que tenga hambre de estudiar las Escrituras! Agradecimiento Gracias por el ejemplo de un avivamiento comenzado, no por algún gran predicador, ¡sino por un grupo de personas que estaban comprometidos para conocer Tu voluntad y seguir Tus mandatos! En el nombre de Jesucristo, Amén. Versículo de Meditación: Nehemías 8:10. |