Querido Padre Celestial, Alabanza Las genealogÃas de Israel comienzan con Adán, y eso me recuerda de mi conexión con los dos Adanes de la historia. Tengo una conexión fÃsica con el primer Adán, y por su pecado, nacà separado de Ti y empeñado en hacer lo que yo querÃa (Ro 5:12; Is 53:6). Pero actualmente, por medio de la preciosa sangre del Cordero, estoy en una unión espiritual con el segundo Adán—es decir, ¡Tu Hijo, Jesucristo! (1 Co 15:45). Como Pablo les dijo a los corintios: “Porque asà como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados†(1 Co 15:22). ¡Aleluya! Hoy en Tu Palabra Hoy me mostraste la primera parte de los archivos genealógicos de Israel. Estos registros desempeñaban un papel importante en el próximo momento decisivo en la historia de Israel—el regreso de los judÃos a Jerusalén despues de su destierro largo en Babilonia. Los archivos genealógicos estaban al tanto de cada persona y de cuál tribu era miembro. Eran de gran importancia porque Tú habÃas repartido la tierra según las tribus. Los archivos también mostraban cuáles levitas podÃan servirte en el sacerdocio. Ambos Esdras y NehemÃas mencionan que algunos de los “hijos de los sacerdotes†que habÃan regresado fueron excluidos del sacerdocio y declarados inmundos porque sus nombres no se hallaron registrados en las genealogÃas (Esd 2:61–63; Neh 7:63–65). También, durante el tiempo en que NehemÃas fue gobernador, pusiste en su corazón asegurar que los nombres del pueblo fueran escritos en las listas (Neh 7:5). El tiempo y el esfuerzo requeridos para mantener registros genealógicos precisos me enseñan que a Ti Te importan Tus promesas. Juraste dar la tierra a los hijos de Jacob, y siempre cumples Tus promesas. Esto me anima para confiar y descansar en Tu dirección. Reflexión Al meditar sobre el por qué preservaste los registros genealógicos en la Biblia, me acordé de lo que leà en Ezequiel 40–48. Durante el Milenio, la tierra de Israel será repartida otra vez en porciones dadas a las tribus. También, los hijos de Sadoc Te servirán como sacerdotes en el nuevo templo. ¡Esto me muestra que hay partes de Tu Palabra que tienen que ver solamente con ese dÃa futuro cuando Tu Hijo reinará el mundo desde Su trono en Jerusalén! Petición Padre, al leer la lista de nombres en las genealogÃas, me doy cuenta de que todos ellos son mis parientes. Todos nosotros tenemos un solo antepasado, Adán, y todo lo que hacemos afecta al resto de nuestra familia. Ayúdame a ser una bendición para la lÃnea de Adán al darte toda la gloria y toda la honra a Ti, ¡mi Padre y mi Redentor! Agradecimiento ¡Gracias por incluir en la Biblia las genealogÃas! Ellas son una parte de Tu Palabra inspirada exactamente de la misma manera que son los salmos y la ley. Es bueno recordar que yo solo soy una pequeña parte de una gran multitud de personas. Algún dÃa, ¡quiero estar con todos aquellos que ya están contigo en los cielos! ¡Te alabo, Señor! En el nombre de Jesucristo, Amén. VersÃculo de Meditación: 1 Crónicas 2:7. |