Querido Padre Celestial, Alabanza Isaías proclamó: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Is 9:6 RVR60). ¡Ese Hijo es Jesucristo, mi Señor y Salvador! ¡Aleluya! Hoy en Tu Palabra Hoy me hablaste sobre cómo Acaz se involucró aún más en la idolatría después de la muerte de su piadoso abuelo, Jotam. No estando contento con los dioses falsos que ya estaba adorando, Acaz decidió traer más dioses de Siria. Qué razonamiento el de Acaz; Siria ya lo habia derrotado en batalla y aun así pensó que los dioses de Siria le iban a ayudar. Él completamente ignoró el hecho de que Asiria apenas había derrotado a Siria. Esto demuestra cómo es la mente de la gente que se presta a la idolatría. En lugar de confiar en Dios, Acaz puso su confianza en Asiria. ¿Cuál fue el resultado? Judá fue conquistado por Asiria y el templo quedó destruido. En este ambiente de maldad, Isaías siguió profetizando. Profetizó la venida de un rey justo, Jesús el Mesías, cuyo reino sería distinto al reino de Acaz (Is 11:1–5). Jesús sería padre de “hijos” (todo aquel que creyera en Su Nombre; v. Jn 1:12; He 2:13), y Él traería luz a los que andaban en tinieblas. Isaías también profetizó que Jesús iba a ministrar en la región de Galilea. Esto se cumplió cuando Jesús fue y vivió en Capernaum en el territorio de Zabulón y Neftalí (v. Mt 4:12–17). Isaías le advirtió al pueblo que Dios juzgaría a Judá y a Asiría. De hecho, Asiria no era nada más que una vara en la mano de Dios (Is 10:15). Isaías miró hacia el futuro- al reino milenario de Cristo Jesús. En ese día, “la tierra estará llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren el mar” (Is 11:9b). Reflexión En tiempo de adversidad, Acaz “fue aún más infiel al Señor” (2 Cr 28:22). Las pruebas pueden acercarme a Ti o pueden llevarme más lejos de Ti—la decisión es mía. Petición Padre, ayúdame a buscarte cuando los tiempos difíciles vienen a mi vida. Recuérdame que Tú Te muestras poderoso y fuerte para con los que Te temen. Agradecimiento “Den gracias al Señor, invoquen Su nombre, hagan conocer entre los pueblos Sus obras, hagan recordar (proclamen) que Su nombre es exaltado. ¡Porque grande es en medio de ti el Santo de Israel!” (Is 12:4, 6) En el nombre de Jesucristo, Amén. Versículo de Meditación: Isaías 11:6. |