Querido Padre Celestial, Alabanza Tú dijiste: “El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará y no recibirá respuesta” (Pr 21:13). Esto revela mucho de Tu carácter. A diferencia de los malvados, Tus ojos están “sobre los justos” y Tus oídos “atentos a sus oraciones” (1 P 3:12). ¡Qué maravilloso es servir a un Dios que oye mi clamor y se muestra poderoso por mí! ¡Aleluya! Hoy en Tu Palabra Hoy me contaste más sobre los proverbios de Salomón. Algunos de ellos hablan sobre las ventajas y las responsabilidades de pedir dinero prestado—“El rico domina a los pobres, Y el deudor es esclavo del acreedor” (Pr 22:7). A primera vista, parece que está diciendo que nunca debo pedirle prestado dinero a nadie, pero este proverbio no incluye todo lo que dice la Biblia sobre el tema. Jesús dijo: “Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda” (Mt 5:42). Esto quiere decir que prestar dinero tanto como pedirlo se permiten. Lo que está subrayando el proverbio de Salomón es que debo considerar cuidadosamente mi capacidad de pagar el préstamo que quiero pedir. Un préstamo que puedo pagar me puede ayudar; uno que no puedo pagar me hace un esclavo. Porque pedir prestado dinero me pone en una posición vulnerable, debo tratar solo con las personas y las compañías que no se aprovecharán de mí. También debo estar seguro que estoy pidiendo el dinero por una razón buena—el riesgo es demasiado grande que no debo pedirlo por capricho. Reflexión “Mejor es vivir en un rincón del terrado que en una casa con mujer rencillosa” (Pr 21:9). En el tiempo de Salomón, el techo de una casa era plano, y se usaba como patio. Me da la idea de considerar que sería mejor vivir afuera, solo, expuesto a las inclemencias del tiempo, que vivir adentro, en el abrigo de una casa con una mujer contenciosa. ¡Claro que necesito tener mucho cuidado al elegir a alguien con quien casarme! Petición Padre, Tú dijiste: “El hacer justicia y derecho es más deseado por el Señor que el sacrificio” (Pr 21:3). Esto significa que es posible moverse por inercia espiritualmente (incluso ofrecer sacrificios) mientras que mi corazón está lejos de Ti (Pr 21:27). Que nunca se describa mi vida así—ayúdame a vivir una vida sincera y fiel. Agradecimiento Te agradezco mucho al saber que “No vale sabiduría, ni entendimiento, ni consejo, ante el Señor” (Pr 21:30). ¡Tú triunfarás al fin y nada puede estorbar la venida de Tu Reino! En el nombre de Jesucristo, Amén. Versículo de Meditación: Proverbios 22:1. |