Querido Padre Celestial, Alabanza Moisés le recordaba continuamente al pueblo que no abandonara a los levitas que no tenían una porción o heredad en la tierra (Dt 12:12, 19; 14:27). Eres un Dios que no olvida a los que Te sirven en aras del evangelio, y me bendices al permitir que yo apoye a estos pastores de Tu rebaño. Qué generoso Rey eres Tú; ¡Te exalto hoy y alabo Tu Nombre! Hoy en Tu Palabra Hoy me dijiste más del segundo sermón de Moisés a los israelitas en las llanuras de Moab al fin de los 40 años de peregrinación. En la primera parte de su sermón, Moisés repasó los Diez Mandamientos e instó al pueblo a obedecer y ser fiel al pacto (Dt 5–11). En la lectura de hoy, se comenzó la segunda parte del sermón de Moisés (Dt 12–26), en que se explican Tus leyes en detalle para que Israel supiera cómo vivir una vida santa que Te agradaría. Estas leyes enseñaban al pueblo cómo amarte a Ti y a otros, y los principios en que se basan las leyes están actualmente en vigor. Moisés le dijo a Israel: “Si se levanta en medio de ti un profeta o soñador de sueños, y te anuncia una señal o un prodigio, y la señal o el prodigio se cumple, acerca del cual él te había hablado, diciendo: ‘Vamos en pos de otros dioses… no darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el Señor tu Dios te está probando para ver si amas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. En pos del Señor su Dios ustedes andarán y a Él temerán; guardarán Sus mandamientos, escucharán Su voz, Le servirán y a Él se unirán” (Dt 13:1–4). Esto me enseña que amarte a Ti significa ser fiel solo a Ti. Esto traerá la posibilidad de sacrificio personal, porque dijiste: “Si tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer que amas, o tu amigo entrañable, te invita en secreto, diciendo: ‘Vamos y sirvamos a otros dioses… no cederás ni le escucharás; y tu ojo no tendrá piedad de él, tampoco lo perdonarás ni lo encubrirás, sino que ciertamente lo matarás; tu mano será la primera contra él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo” (Dt 13:6a, 8–9). Estos versículos ilustran cuánto Te importa mi fidelidad. Reflexión ¿Estaría yo dispuesto a negar a mi familia si ellos quisieran que yo me participara con ellos en la idolatría? ¿Estaría yo dispuesto a entregarlos para ser muertos por romper el pacto, incluyendo alzar la mano primero sobre ellos? Petición Padre, dame un corazón que desee amarte y servirte más que nada. Ayúdame a escuchar Tu voz y seguirte solo a Ti. Agradecimiento Gracias por Tus muchas bendiciones—soy como árbol plantado junto a corrientes de agua. “Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá” (Sal 1:3, 6). En el nombre de Jesucristo, Amén. Versículo de Meditación: Deuteronomio 13:4. |