Querido Padre Celestial, Alabanza David preguntó: “¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Y quién podrá estar en Su lugar santo? El de manos limpias y corazón puro…” (Sal 24:3–4a). Te alabo por la limpieza que he recibido por medio de la preciosa sangre de Jesucristo. De verdad, ¡he recibido bendición y justicia del Dios de mi salvación! Hoy en Tu Palabra Hoy me dijiste sobre Tus instrucciones finales para la construcción del Tabernáculo. El altar el oro para el incienso fue diseñado para contener un incensario lleno de brasas de fuego el cual era rociado con un incienso especialmente preparado. Mientras que se quemaba el incienso, una densa nube de humo ascendía, llenando el Tabernáculo con una dulce fragancia. El incienso simbolizaba las oraciones de Tu pueblo (v. Ap 5:8; 8:3–4). Esto me enseña cuánto Te gustan mis oraciones; son como una agradable fragancia ante Ti. La pila de bronce (lavatorio) fue diseñada para contener el agua para que los sacerdotes se lavaran antes de entrar en el Tabernáculo. Era usada para lavarse las manos y pies de la sangre y del polvo, y enfatizaba la necesidad de ser limpiado antes de entrar en Tu presencia. La pila simbolizaba la obra limpiadora y santificadora del Espíritu Santo. Me enseña cuán importante es ser purificado de la corrupción del pecado para ser apartado para Tu servicio. Como creyente del nuevo pacto, he sido limpiado “… por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo” (Tit 3:5). La ofrenda del rescate se usaba para provisión del ministerio de los sacerdotes y levitas mientras que servían en el Tabernáculo. Todo hombre que tenía más de 20 años debía ofrendar medio siclo, no más y no menos. El pago servía como el sustituto aprobado por sus vidas. Esta acción servía como recuerdo de que a Ti Te pertenecía todo hombre; podía rescatarse o redimirse solo por pagar lo que habías pedido. Me enseña que mi vida no es mía; es Tuya y estoy obligado (por amor y deber) a hacer lo que mandas. Reflexión Llenaste a Bezalel y Aholiab con Tu Espíritu para que pudieran servir como los artesanos del Tabernáculo. Esto demuestra que a Ti Te importa toda habilidad de tus hijos, en vez de solo las habilidades teológicas o ministeriales. Petición Padre, quieres que yo sea santo como eres santo (1 P 1:15–16). Ayúdame a resistir las tentaciones del enemigo, y apartarme del pecado para Ti. Agradecimiento ¡Gracias por el gran privilegio de entrar en Tu presencia por medio de la oración! Qué maravilloso es acercarnos “ …con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia y hallemos gracia para la ayuda oportuna” (He 4:16). En el nombre de Jesucristo, Amén. Versículo de Meditación: Éxodo 31:17 |