Querido Padre Celestial, Alabanza Te alabo hoy por ser “el Padre de misericordias y Dios de toda consolación” (2 Co 1:3). Job dijo que un amigo verdadero alienta a su amigo y alivia su dolor con sus palabras (Job 16:5), y eres precisamente ese tipo de amigo a mí. Te alabo por tu plan para bendecir a otros por mi sufrimiento. Pablo dijo que me consuelas en mis tribulaciones para que yo pueda consolar a otros en sus tribulaciones, dándoles el mismo consuelo con que yo mismo soy consolado por ti (2 Co 1:4). Hoy en Tu Palabra Hoy me dijiste sobre el segundo discurso de Elifaz a Job. En su primer discurso, Elifaz fue cauteloso y cortés en su reproche (Job 4:2). Esta vez atacó a Job severamente, y le acusó de insensatez y pecado. Él creía que lo que Job necesitara fue una nueva consideración de la pecaminosidad del hombre y del destino terrible de los malvados. Job respondió por decirle que si la situación fuera al revés, Job consolaría a Elifaz en vez de regañarlo (Job 16:5). Job siguió por señalar que su reacción a la calamidad que le habías derramado sobre él fue la humildad; una reacción que yo haría muy bien de imitar (Job 16:15–17). De nuevo, Job anheló a un mediador que fuera entre él y Dios (Job 16:18–21); después de expresar ese deseo, sus pensamientos se volvieron a la muerte. Reflexión Los altibajos emocionales de Job reflejan a mis propias emociones en tiempos de sufrir: la desesperación en un momento y la esperanza en lo siguiente. Sin embargo, Job constantemente intentó poner lo que él sabía ser la verdad de ti sobre la tormenta emocional que experimentaba. ¡Qué ejemplo inspirador que yo debo seguir! Petición Padre, ayúdame a ver que mi vida está en un proceso constante del afinamiento; la meta es que mi fe, que es más preciosa que el oro, traería alabanza y gloria y honra a tu Hijo, Jesucristo (1 P 1:6–9). Ayúdame a consolar a los que sufren (Col 4:11). Agradecimiento Gracias por la confianza que tengo que “el que comenzó en [mí] la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús” (Fil 1:6). En el nombre de Jesucristo, Amén. Versículo de Meditación: Job 17:9. |