Querido Padre Celestial,

Alabanza

Jesús dijo: “Entonces verán al Hijo del Hombre que viene en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas empiecen a suceder, levántense y alcen la cabeza, porque se acerca su redención” (Lc 21:27–28). Yo digo, '¡Aleluya! Ven Señor Jesús. Tú eres mi eterno Creador, mi amoroso Salvador, mi glorioso Rey, y mi soberano Señor. Todo poder, toda gloria, y todo honor, sean para Ti, eres el Primero y el Último, el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. ¡Te alabo, Señor!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me hablaste sobre una conversación discreta que Jesús tuvo con Pedro, Jacobo, Juan y Andrés en el Monte de los Olivos (también conocido como el “Discurso de los Olivos”). Comenzó cuando los discípulos de Jesús le dijeron que notara la belleza de los edificios en el complejo del templo y Él respondió que todos serían destruidos. Los discípulos quedaron sorprendidos con la declaración de Jesús. Le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo sucederá esto, y cuál será la señal de Tu venida y de la consumación de este siglo?” (Mt 24:3). Jesús respondió dándoles una visión general del futuro, empezando con la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. y terminando con Su regreso al final de la tribulación. Concluyó instando a sus discípulos a “… [velar] (estar alerta), porque no saben en qué día viene su Señor” (Mt 24:42). Hay muchas lecciones que puedo aprender de la lectura de hoy: (1) Nunca debo poner mi confianza en la grandeza y la belleza de las estructuras hechas por el hombre, porque ellas pasarán (2 P 3:7); (2) No debo atemorizarme cuando escucho hablar de guerras y de hambres, porque son parte de estos tiempos (Lc 21:9); (3) Debo esperar persecución por causa del evangelio, porque el mundo me odiará tal como Te odiaron a Ti; (4) Debo usar la persecución como una oportunidad para compartir el evangelio, pues Tu Espíritu Santo estará allí para ayudarme y para guiarme (Mr 13:11); (5) Debo vigilar contra los falsos maestros y profetas, porque vendrán en el nombre de Jesús y tratarán de desviar a Tu rebaño (Lc 21:8); (6) No debo creerles a los que dicen saber el tiempo exacto de Tu venida, porque “de aquel día y hora nadie sabe”(Mt 24:36); (7) Debo evitar los afanes y las preocupaciones de la vida, pues Tu me dijiste "permanecer despierto" (Mt 24:38–39).

Reflexión

Jesús les dijo a Sus discípulos una y otra vez que se cuidaran de los falsos Cristos y falsos profetas que vendrían a engañar a muchos. Esta advertencia me debe motivar para estar seguro de mi llamado y de mi elección (2 P 1:10). ¿Me estoy esforzando cada día para “… [añadir] a su fe, virtud, y a la virtud, conocimiento;  al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor”? (2 P 1:5–8)

Petición

Padre, imprime profundamente en mi corazón la sugerencia de Jesús para “permanecer despierto”. Dame la gracia que necesito para permanecer sobrio y atento en medio de un mundo lleno de oscuridad y descuido. Ayúdame a caminar cada día en la luz de Tu Palabra.

Agradecimiento

Gracias por revelarme lo que sucederá al final de nuestra era. Me haces saber estas cosas, no para satisfacer alguna curiosidad sobre el futuro, sino para desafiar mi corazón con la necesidad de perseverar hasta el final.

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Marcos 13:33.