Querido Padre Celestial,

Alabanza

Jesús se puso de pie delante del sepulcro de Su amigo y gritó con fuerte voz: “¡Lázaro, sal fuera!” Te alabo hoy por ser el Dios que puede resucitar a los muertos. He sido sepultado con Tu Hijo por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Él resucitó de entre los muertos por Tu gloria, así también yo ande en novedad de vida (Ro 6:4). Ya no soy yo el que vive, ¡sino que Cristo vive en mí! (Gá 2:20). ¡Te alabo, Señor!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste dos de las parábolas enseñadas por Jesús sobre el dinero. La parábola del administrador deshonesto me enseña varias lecciones importantes: 1) Hay una hora de la verdad que viene, y debo actuar ahora para estar preparado; 2) mi dinero se puede usar para llevar a otros al Reino (por ej., diezmar, dar a los misioneros, apoyar financieramente a los que trabajan en la cosecha, ser hospitalario, etc.; Gá 6:6; 3 Jn 1:8). Entonces estos hermanos me animarán y me apoyarán mientras sigo a Cristo, y en el día del juicio, darán testimonio de que yo fui administrador fiel de Tu dinero; 3) solo los que muestran ser fieles con muy poco (las riquezas terrenales y temporales) estarán encargados con mucho (las riquezas eternas); 4) servirte a Ti significa que uso mi dinero para acercar Tu Reino, mientras que servir a mi dinero significa guardar mis riquezas y gastarlas solo en lo que yo quiero tener. Los fariseos, a quienes les encantaba el dinero, se burlaron de Él cuando dijo esto. Él les reprendió por su hipocresía y les dijo la parábola de Lázaro y el rico. Esta parábola me enseña que: a) ser rico no necesariamente significa que la persona está en una relación correcta contigo. De hecho, es más probable que los pobres sean santos, porque los ricos entran en el Reino con dificultad; b) hay un lugar real de tormento que es el destino de los malvados. Está lleno de fuego, sed, y tinieblas, y los atrapados adentro, con llanto y crujir de dientes, conservan completamente su memoria y están llenos de remordimiento; c) hay un lugar real de paz adónde van los santos. Está lleno de consuelo, gozo, y de todo lo bueno, y los que descansan en él están completamente felices; d) al intentar convencer a los malvados de que deben arrepentirse, la clave se encuentra en la verdad simple de Tu Palabra, no en algún evento sobrenatural o alguna señal espectacular (Lc 16:30). Los hombres Te rechazan, no porque no pueden ver la luz, sino porque la luz revela en ellos la fealdad de su pecado.

Reflexión

Lo que dijo Jesús a Sus discípulos en 17:1–10 me conmueve. ¿Tengo cuidado de no ser una piedra de tropiezo para otros creyentes? ¿Amo a mi hermano tanto que estoy dispuesto a confrontarlo cuando peque? ¿Perdono libremente a los demás, teniendo en cuenta cuánto me has perdonado a mí? ¿Me preocupo con la “cantidad” de mi fe en lugar que con la “cualidad”? ¿Me preocupo más con recibir reconocimiento por mi trabajo que con ser fiel para obedecer Tus órdenes?

Petición

Padre, dijiste que “la raíz de todos los males es el amor al dinero” (1 T 6:10). Ayúdame a contentarme con lo que tengo y a usar lo que ya me has dado para ganar a los perdidos para Ti. Que yo siempre sea rico en buenas obras, generoso y pronto a compartir (1 T 6:18).

Agradecimiento

Gracias por darme las riquezas verdaderas en Jesucristo. “Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada” (Ro 8:18). ¡Aleluya!

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Juan 11:25.