Querido Padre Celestial,

Alabanza

Dijiste a Edom: “Viene uno que subirá como león de la espesura del Jordán contra la pradera de verdes pastos, y en un instante lo haré huir de él, y al que sea escogido nombraré sobre él. Porque ¿quién es como Yo y quién Me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que Me podrá resistir?” (Jer 49:19) Cuando Te lanzas sobre alguien, ¡no hay nadie que Te pueda resistir! ¡Me inclino en adoración ante Tu Majestad!

Hoy en Tu Palabra

Ayer proclamaste a las naciones vecinas de Israel: “Porque Yo comienzo a causar mal en esta ciudad que se llama por Mi nombre [Jerusalén], ¿y quedarán ustedes sin castigo alguno?” (Jer 25:29) Como dijo Pedro muchos años después: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?” (1 P 4:17). Hoy me dijiste sobre los oráculos que proclamó Jeremías contra las naciones. Estos oráculos tenían por objeto: (1) anunciar Tu castigo sobre una nación extraña, (2) mostrar que Tú eres soberano sobre todas las naciones, no solo sobre Israel (3) cumplir Tu propósito de que Israel fuera “sal y luz” en el mundo, (4) advertir a Israel de la necedad de confiar en las alianzas con naciones extranjeras por su seguridad, y (5) servir como mensaje de ánimo para Israel (v. Jer 46:27–28). Jeremías advirtió a las naciones qué pasaría si confiaban en sus dioses para la ayuda—esos mismos dioses serían desterrados junto con los sacerdotes que los adoraban (Jer 48:7). Estos oráculos me enseñan más de cómo eres Tú y de cuál es Tú plan para el mundo: (1) aunque elegiste a Israel para ser Tu pueblo especial, Tú amas a todos y quieres que todo el mundo se vuelva a Ti, (2) Te deleitas en la salvación y Te gusta mucho más edificar que derribar (Jer 48:47; 49:6), (3) eres santo y no soportas el pecado, (4) eres un juez imparcial—Israel no escapó a Tu castigo por ser Tu pueblo escogido, y otras naciones eran responsables ante Ti por su rechazo de la luz que les habías dado.

Reflexión

Me fascina Tu promesa de restauración futura para Egipto, Moab, Amón, y Elam. Normalmente considero solo Tu restauración de Israel, pero esta lectura me muestra que a Ti Te importan las naciones gentiles tanto como Te importa Tu pueblo escogido.

Petición

Padre, es cierto que Tu juicio cae sobre las naciones que Te rechazan. Ayúdame a ser sal y luz en mi propia nación, y que mi testimonio lleve a los demás hacia Ti.

Agradecimiento

Gracias por amar tanto al mundo que adviertes a las naciones del juicio venidero y que las llamas al arrepentimiento. ¡Verdaderamente eres un Dios justo y misericordioso!

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Jeremías 46:28.