Querido Padre Celestial,

Alabanza

Dijiste de las naciones alrededor de Judá: “Si ellos de verdad aprenden los caminos de Mi pueblo, jurando en Mi nombre… entonces serán restablecidos en medio de Mi pueblo” (Jer 12:16). ¡Este versículo nos deja atisbar algo maravilloso de Tu corazón compasivo! En el mismo momento que Te estabas preparando para juzgar a Judá, estabas pensando en las naciones gentiles alrededor de ellos. ¡Cuán grande es Tu amor y Tu gracia! ¡Aleluya!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste sobre la renovación del pacto hecha por Josías y la gran celebración de La Pascua en Jerusalén. Sin duda, la noticia sobre el descubrimiento del Libro de la Ley se difundió rápidamente por Jerusalén. Es probable que provocara el cambio en los mensajes de Jeremías, de una denuncia de la idolatría del pueblo a una reprensión por haber quebrantado el pacto (v. Jer 2:11 con Jer 11:3). Jeremías advirtió al pueblo que las maldiciones en el pacto dado por Moisés (Dt 28:15–68) se acercaban—“Yo traigo sobre ellos una calamidad de la que no podrán escapar” (Jer 11:11). El mensaje de Jeremías encontró resistencia—algunos conspiraron contra él, y su propia familia lo rechazó. Jeremías se quejó contigo, pero Tú le dijiste que lo peor aún no había llegado (Jer 12:5). Esto me enseña que aunque hable la verdad, no significa que los demás Te obedecerán. Mi deber es proclamar fielmente Tu mensaje y dejar los resultados en Tus manos. Sin embargo, el rey Josías, no rechazó la advertencia de Jeremías. La tomó muy en serio, y cuando se celebró la fiesta de La Pascua, llamó al pueblo para renovar su pacto contigo. Josías guió al pueblo personalmente para hacer un compromiso para “andar en pos del Señor y de guardar Sus mandamientos, Sus testimonios y Sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma” (2 R 23:3). Luego el pueblo celebró La Pascua, ¡y qué magnífica celebración! ¡Tal fiesta no se había celebrado en Israel desde los días de los jueces! Te gustaba el amor de Josías por Ti, y dijiste que no hubo ningún otro rey como él que se volviera a Ti con todo su corazón (2 R 23:25). No obstante, la decisión que habías tomado para exiliar a Judá permaneció igual—el juicio se acercaba y las reformas de Josías solo demoraron lo inevitable.

Reflexión

Josías limpió la tierra de idolatría e hizo que el pueblo de Judá Te sirviera a Ti. Siguieron en pos de Ti mientras él vivió (2 Cr 34:33). Pero me pregunto— ¿estaban verdaderamente comprometidos con servirte, o solo seguían la corriente? ¡Debo hacerme la misma pregunta!

Petición

Padre, ayúdame a imitar la obediencia de Josías. Él quitó las costumbres pecaminosas de la tierra, y atacó la raíz de esos pecados—una escasez de amor por Ti y una falta de compromiso contigo.

Agradecimiento

Gracias por los ejemplos piadosos que me dan Jeremías y Josías. Qué inspirador leer de hombres que tenían tanto valor y compromiso contigo que siguieron fieles en medio de una cultura llena de idolatría y corrupción.

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Jeremías 12:5.