Querido Padre Celestial,

Alabanza

Es fascinante notar cuántas veces se usa la palabra “gozo” en conexión con adorarte. Tú eres un Dios de luz, amor y risa. Te encanta la alabanza de Tu pueblo, ¡y anhelas compartir conmigo Tu gozo! ¡Exalto Tu Nombre hoy y Te adoro! ¡Aleluya!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste sobre la muerte de Acaz y el reinado temprano de su hijo, Ezequías. Ezequías era todo lo contrario de Acaz. Su primer hecho como rey fue juntar a los sacerdotes y a los levitas y mandarles que se santificaran y limpiaran el templo. Él dijo: “Ahora he decidido en mi corazón hacer un pacto con el SEÑOR, Dios de Israel, para que el ardor de Su ira se aparte de nosotros” (2 Cr 29:10). Sin duda, esta decisión fue el resultado de que Ezequías escuchara los sermones de Isaías y Miqueas, y dándose cuenta de que estabas juzgando a Judá por su pecado. Ezequías dirigió a los príncipes de la ciudad a Tu casa para adorarte, y ellos rededicaron el Templo. Qué ejemplo inspirador de liderazgo espiritual—Ezequías sabía que las reformas comienzan de arriba hacia abajo, y se aseguró de que sus oficiales dieran buen ejemplo al pueblo (v. 2 Cr 29:20a, 30a, 36). También me dijiste sobre su celebración de la Pascua en Jerusalén. “No había habido cosa semejante” desde los días de Salomón— ¡el pueblo disfrutó de alabarte tanto que decidieron celebrar siete días extras! Me llamaron la atención estas cosas: (1) Los sacerdotes y los levitas fueron avergonzados por el entusiasmo del pueblo, y se consagraron para que pudieran desempeñar sus funciones. Esto muestra cómo un celo por Ti puede animar a los demás para vivir una vida santa. (2) Mucha gente, especialmente los de las tribus norteñas, no fueron purificados antes de comer la Pascua, pero Ezequías oró por ellos y les perdonaste. Esto me enseña que a Ti Te importa más un corazón que Te busque fervientemente que una obediencia estricta de Tus leyes. (3) Tan pronto como se terminó la celebración, el pueblo se fue y destruyó todos sus ídolos. Esto muestra que cuando me acerco a Ti en adoración y en arrepentimiento, el resultado es una vida transformada. Ezequías “se apegó” a Ti con amor (2 R 18:6) — ¡qué contraste con Salomón que “se apegó” a sus muchas mujeres (1 R 11:2)! Quiero que puedas decir eso sobre mí—Ezequías me anima a permanecer firme en la fe y correr mi carrera con perseverancia.

Reflexión

Las acciones de Ezequías sirven de modelo para el avivamiento: él recordó Tu compasión (2 Cr 30:9), perseveró a pesar de ser burlado (2 Cr 30:10), quitó influencias malvadas (2 Cr 30:14), intercedió por el pueblo (2 Cr 30:15–20), dio la bienvenida a la espontaneidad en los cultos (2 Cr 30:23), y contribuyó generosamente a Tu obra (2 Cr 31:3). ¿Están presentes todas estas cosas en mi propia vida?

Petición

Padre, dame el espíritu de Ezequías—confió en Ti y nunca dejó de seguir Tus mandamientos. ¡Ayúdame a amarte con todo mi corazón, con toda mi mente, con toda mi alma y con toda mi fuerza!

Agradecimiento

Gracias por el gozo que viene de servirte. ¡Que yo siempre atesore la satisfacción y la realización que se encuentran al caminar en Tu luz!

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: 2 Crónicas 31:20–21.