Querido Padre Celestial,

Alabanza

Las profundidades de Tu conocimiento se revelan de manera única en los proverbios de Salomón. Si yo pudiera sentarme y hablar contigo sobre la vida cotidiana, estos son los pensamientos que compartirías conmigo. Cuánto más medito en Tus palabras, ¡más me asombro de Tu grandeza! ¡Te alabo hoy y alabo Tu Nombre!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me contaste más sobre los proverbios de Salomón. Un tema repetido en todo el libro de Proverbios es la importancia de disciplinar a los hijos: “El que evita la vara odia a su hijo, pero el que lo ama lo disciplina con diligencia” (Pr 13:24). Salomón relacionó el amor con la “disciplina”, y el odio con “evitar la vara”. Según esta definición, muchos padres odian a sus hijos. ¡Un pensamiento que me da mucho en que meditar! Esto me enseña que los padres que aman a sus hijos les preocupa mucho el desarrollo del carácter piadoso en ellos. Esos padres entienden que aun los pequeños patrones negativos de conducta traerán a las vidas de sus hijos consecuencias devastadoras a largo plazo. Esos padres saben que aunque se exigen mucho trabajo y mucha diligencia al disciplinar un hijo, es esencial para su éxito futuro. Al leer este proverbio, no puedo sino recordar lo que me dijiste sobre los hijos de Elí. Él los reprendió, pero no los disciplinó ni los quitó de su servicio como sacerdotes (1 S 2:22–36). Si mimo demasiado a mis niños y si paso por alto su pecado, estoy preparando el terreno para su destrucción.

Reflexión

A veces cuando considero la sabiduría de Salomón, imagino que era completamente autosuficiente, y que no necesitaba a nadie. Pero al contrario, Salomón dijo: “El camino del necio es recto a sus propios ojos, pero el que escucha consejos es sabio” (Pr 12:15). Si el rey más sabio de Israel estaba dispuesto a escuchar el consejo de otros, ¿cómo puedo yo hacer menos?

Petición

Padre, me dijiste: “Donde no hay bueyes, el pesebre está limpio, pero mucho rendimiento se obtiene por la fuerza del buey” (Pr 14:4). Esto significa que si en mi vida solo me dedico a evitar problemas y preocupaciones, me faltarán los beneficios que vienen al tener a personas en mi vida que “desordenan mi pesebre”. Ayúdame a pasar por alto mis frustraciones para reconocer el gran beneficio que viene al invertir en las vidas de otros.

Agradecimiento

Gracias por animarme con la certeza de que la vida santa y desinteresada siempre vale la pena: “Los malos se inclinarán ante los buenos, y los impíos, a las puertas del justo” (Pr 14:19). ¡Estoy seguro que los hermanos de José estarían de acuerdo con este proverbio!

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Proverbios 13:1.