Querido Padre Celestial,

Alabanza

Te alabo hoy—eres un Dios de sabiduría y conocimiento. Clamas en el valle, y en las plazas alzas Tu voz: “Pero el que me escucha vivirá seguro, y descansará, sin temor al mal” (Prov 1:33). Me das la sabiduría y de Tu boca viene el conocimiento— ¡qué maravilloso es adorar a un Dios como Tú! ¡Aleluya!

Hoy en Tu Palabra

Hoy comenzaste a darme los dichos sabios y los proverbios de Salomón. Un proverbio es una breve declaración que expresa una verdad acrisolada. Los proverbios de Salomón reflejan sus muchos años de experiencia y su aguda perspicacia del comportamiento humano, y actualmente me inspiran y enseñan. Pero además, sus proverbios y dichos sabios fueron inspirados por Tu Espíritu Santo. El autor de Hebreos dijo: “Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige” (He 12:5), entonces citó Proverbios 3:11–12. Esto quiere decir que debo leer Proverbios como si fuera una carta personal Tuya. Cuando Salomón dice: “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre,” la voz que realmente oigo es la Tuya. ¡Qué gran privilegio! ¡Estás dándome la misma sabiduría que hizo a Salomón el rey más grande de su tiempo! Hoy me animaste a que escuchara Tu voz y que obedeciera Tu instrucción. Me mandaste que buscara la sabiduría como riquezas y que atesorara Tus órdenes en mi corazón. Tu sabiduría me dará el discernimiento que necesito para la vida cotidiana—me protegerá de los malvados y de la adultera, y me capacitará para vivir una vida santa. ¡La búsqueda de la sabiduría es un gran llamamiento de mi vida!

Reflexión

Me advertiste que yo resistiera la invitación de la banda de malvados—no solo su promesa de riquezas, pero también la ofrenda de su compañerismo (Prov 1:13–14). ¿Cuántos han caído en malas compañías porque querían un lugar donde serían aceptados? ¿Soy un amigo para los que se sienten abandonados?

Petición

Padre, ayúdame a aceptar Tu disciplina y valorar Tu reprensión. Recuérdame que Tú corriges a los que amas, como un padre al hijo en que se deleita (Prov 3:11–12).

Agradecimiento

¡Gracias por los muchos beneficios de Tu sabiduría! “Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz” (Prov 3:16–17).

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Proverbios 3:5–6.