Querido Padre Celestial,

Alabanza

Las cosas que creamos dicen mucho sobre lo que más valoramos. Quiero que mi vida y todo lo que hago traigan gloria y honra y alabanza a Tu Nombre. Me uno con David cuando él dice: “Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una Su Nombre” (Sal 34:3). ¡Te alabo, Señor!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste sobre el final de la construcción del Templo y sus muebles. Al frente del templo habían dos columnas de bronce de aproximadamente 8.1 metros de alto, 5.4 metros de circunferencia, y 7.6 centímetros de espesor. Las columnas se llamaban Jaquín y Boaz. Jaquín significó “Él [Yahvé] establecerá,” y Boaz significó “En Él [Yahvé] hay fortaleza”. Estaban a las puertas del Templo para recordar al pueblo que Tú habías prometido establecer la dinastía de David, y que Tú tenías el poder para cumplir lo que habías prometido (v. Ro 4:21). Los obreros que labraron en el Templo, especialmente Hiram, pusieron muchísima creatividad y detalle en su obra. Una cisterna simple pudiera haber sido suficiente para cumplir la necesidad de agua de los sacerdotes, pero Hiram hizo un bello lavabo de bronce que era tan grande que lo llamaban “el Mar” (1 R 7:23; Jer 52:17). ¿Estaba puesto en una plataforma simple? No—descansaba sobre doce bueyes, tres mirando al norte, tres mirando al occidente, tres mirando al sur, y tres mirando al este. Esto me enseña que debo poner todo mi corazón y toda mi fuerza en mi servicio para Ti—eres digno de la obra más bellísima, majestuosa y detallada que mis habilidades y mis talentos puedan producir. De hecho, Salomón edificó un templo tan maravilloso que cuando se acabó, el pueblo lloró al recordar su gloria (Esd 3:12).

Reflexión

Tanto el libro de Reyes como el de Crónicas destacaron el hecho que Salomón cumplió toda la obra exigida para edificar Tu templo. ¿Soy diligente al cumplir las tareas que me has dado, o comienzo bien pero nunca termino la obra?

Petición

Padre, ayúdame a trabajar para Ti con toda mi fuerza. Recuérdame que recibes más honra cuando Te ofrezco mi mejor esfuerzo—quiero presentarme a Ti aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse (2 Ti 2:15).

Agradecimiento

Gracias por bendecirme con toda bendición espiritual en Cristo (Ef 1:3). Me regocijo al saber que yo soy hechura Tuya, creado en Cristo Jesús para hacer buenas obras (Ef 2:10).

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: 2 Crónicas 4:18.