Querido Padre Celestial,

Alabanza

Lo que deleita al corazón revela mucho del carácter de la persona. El autor de Reyes dijo que “fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera” un corazón con entendimiento para que pudiera servir a Tu pueblo. Eres un Dios que se deleita en los que sirven a otros en lugar de a sí mismos, porque cuando Tu Hijo vino a la tierra, Él “no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mr 10:45 RVR60). ¡Qué maravilloso es adorar a un Dios que está dispuesto a servir a Su propia creación! ¡Te alabo, Señor!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste cómo Salomón consolidó su reino. Cuando Adonías pidió que Salomón le diera por mujer a Abisag, Salomón percibió su verdadero motivo inmediatamente. Abisag era parte del harén del rey—tener el harén del rey fue equivalente a reclamar el trono. Salomón tomó una decisión tajante y quitó las amenazas a su reinado. Adonías fue ejecutado, Abiatar fue desterrado, Joab fue muerto, y Simei fue recluido. Esto me enseña la importancia de ser “sobrio y velar”, porque como Salomón, yo también tengo enemigos que desean destruirme (1 P 5:8). Debo entrenarme para reconocer las intrigas del diablo y para tratar con cada tentación apropiadamente. Para resistir algunas tentaciones, es posible que deba quitar algo de mi vida. En otras situaciones, tal vez necesitaré alejarme de otra persona en mi vida o poner límites que me protegerán de una debilidad. Sea lo que sea, necesito sabiduría y perspicacia para proteger mi vida de los ataques del enemigo. Salomón reconoció que necesitaba Tu sabiduría, y cuando viniste a él por un sueño, Te pidió “sabiduría y conocimiento” y “un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo”. Te agradó su petición, y le diste mucho más de lo que había pedido: riquezas y bienes y gloria. Salomón demostró su sabiduría en el caso de las dos rameras, y todo Israel le temió cuando ellos se enteraron de que Tu sabiduría estaba en él para juzgar al pueblo.

Reflexión

Salomón tomó una sabia decisión al pedir sabiduría y discernimiento en lugar de riquezas. Es cierto que “los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición” (1 Ti 6:9).

Petición

Padre, hoy me uno con Salomón para pedir que me des “un corazón con entendimiento” (literalmente: un corazón que oiga), un corazón que escuche Tu voz y que esté deseoso de obedecer Tu voluntad. Ayúdame a buscar primeramente el reino de Dios.

Agradecimiento

Gracias por las muchas bendiciones que has derramado sobre mi vida. ¡Mi corazón está lleno de gratitud por el “don inefable” de Jesucristo y la presencia diaria de Tu Espíritu Santo!

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: 1 Reyes 3:28.