Querido Padre Celestial,

Alabanza

Exalto Tu Nombre hoy—eres el único Dios verdadero. Dagón, el dios filisteo de la fertilidad, se mostró impotente ante Tu poder. Por medio del profeta Isaías, le dijiste a Tu pueblo: “Acuérdense de las cosas anteriores ya pasadas, porque Yo soy Dios, y no hay otro; Yo soy Dios, y no hay ninguno como Yo” (Is 46:9). ¡Te alabo, Señor!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste sobre el encuentro de los filisteos con el arca y la gobernatura de Sansón. Permitiste que el arca fuera capturada para enseñar una lección sobre quién eres en realidad a ambos filisteos e israelitas. Los israelitas aprendieron que no podían usarte como un amuleto de buena suerte para sus propios propósitos, y los filisteos aprendieron que Tú eres el único verdadero Dios. Mostraste a los dos que Tú puedes luchar sus propias batallas y que serás tratado como santo ante los hombres (v. Nm 20:12; 1 S 6:19). La gobernatura de Sansón estaba llena de marcados contrastes: (1) no permitió que se le cortara el cabello pero pasó por alto las otras leyes del nazareato (Nm 6:6), (2) se dedicó al bienestar de Israel pero codició a las mujeres filisteas, (3) tenía fe en Tu poder (He 11:32) pero vivía una vida licenciosa y corrupta, (4) era egoísta y vengativo pero estaba dispuesto a rendir su vida para destruir a los filisteos. Tal vez la historia de Sansón tiene como fin enseñarme más de Ti que de Sansón—hiciste que Tu Espíritu se manifestara en él (Jue 13:25) y su deseo por la mujer en Timnat “era del Señor,” porque estabas buscando ocasión contra los filisteos (Jue 14:4). Esto me enseña que puedes usar incluso los deseos pecaminosos de una persona imperfecta para llevar a cabo Tu plan. ¿Cuánto más se podría haber logrado si Sansón hubiera sido fiel a Ti? Murió con sus enemigos, y otra vez, el pecado terminó trágicamente una vida de gran potencial.

Reflexión

La verdad de que usaste a Sansón a pesar de su vida pecaminosa me muestra que Tu bendición no es lo mismo que Tu aprobación. Con demasiada frecuencia, creemos erróneamente que el éxito que alguien tiene en su ministerio significa que Tú apruebas todo lo que diga y haga.

Petición

Padre, ayúdame a recordar que la obediencia es mejor que el éxito terrenal, y Tu aprobación de mi vida es más importante que Tu bendición de mi ministerio.

Agradecimiento

Gracias por Tu paciencia con Sansón—me anima el saber que siempre escucharás la oración de alguien cuyo corazón esté lleno de arrepentimiento verdadero y de fe.

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Jueces 14:4.