Querido Padre Celestial,

Alabanza

Jotam tuvo que esperar tres años antes de que Abimelec fuera castigado por su pecado. Muchos otros han esperado por más tiempo, y algunos han muerto sin haber visto la justicia. Tú prometes juzgar el pecado, pero en Tu tiempo, no en nuestro tiempo. Por Tu misericordia, con frecuencia Tú Te apiadas de los pecadores al no castigarlos inmediatamente, dejándoles tiempo para arrepentirse y volverse a Ti. Sin embargo, Tú juzgas a los que persisten en su pecado, y traes el mal que hacen a los demás a sus propias cabezas. ¡Te alabo, Señor!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste cómo Israel Te rechazó después de la muerte de Gedeón. En ese momento, se reveló su idolatría como el producto de un corazón desagradecido. No Te agradecían por la manera en que los habías librado de sus enemigos, y no mostraban bondad a la familia de Gedeón. Como mencionó Jotam, habían tratado de forma traicionera a los hijos del hombre que se arriesgó a sí mismo para salvar sus vidas (Jue 9:16–18). Esto me ayuda a ver la maldad y la rebelión desde Tu perspectiva. Cuando me niego a obedecerte e insisto en hacer lo que yo quiero, estoy despreciando el sacrificio de Tu Hijo y escupiendo en Su sangre preciosa. Abimelec conspiró con los cananeos de Siquem, y con su bendición y su dinero, guió un grupo de asesinos para Ofra y mató a todos sus medios hermanos salvo uno. Jotam escapó de la masacre y maldijo a Abimelec y a Siquem—“Y si no, salga fuego de Abimelec y consuma a los habitantes de Siquem y de Bet Milo. Y salga fuego de los habitantes de Siquem y de Bet Milo y consuma a Abimelec.” (Jue 9:20). Abimelec se burló de la maldición de Jotam, y reinó sobre Israel por los siguientes tres años. Sin embargo, Tú no ignorabas su injusticia y maldad. Abimelec y los hombres de Siquem habían sembrado la traición, y Te aseguraste que todos ellos tuvieran una cosecha sanguinaria. Enviaste un espíritu malo para poner desacuerdo entre ellos, y no pasó mucho tiempo antes de que los hombres de Siquem desaparecieran en humo y la maldición de Jotam fuera derramada sobre la cabeza de Abimelec (literalmente). Esto me enseña que nadie comete pecado sin sufrir las consecuencias—aun cuando los malvados mueren apaciblemente, finalmente Tu juicio encendido los espera.

Reflexión

¡Ojalá que Gedeón nunca hubiera tomado una concubina en Siquem! Una vida de sacrificio y servicio puede ser destruida por los resultados de un solo pecado. ¡Cuán importante es obedecerte en todo!

Petición

Padre, quiero dejar atrás un legado de fiel obediencia a Ti. Ayúdame a resistir los placeres temporales del pecado y por amor allegarme solo a Ti.

Agradecimiento

Gracias por ser un Dios que frustra los planes de los malvados y se burla de los planes de los que resisten Tu voluntad. Pero yo y mi casa, “serviremos al Señor con reverencia” (Sal 2:11).

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Jueces 9:23.