Querido Padre Celestial,

Alabanza

Es probable que Josué sorprendió al pueblo cuando declaró: “Ustedes no podrán servir al Señor, porque Él es Dios santo. Él es Dios celoso; El no perdonará la transgresión de ustedes ni sus pecados” (Jos 24:19). En realidad, estaba diciendo: “¿Saben cómo es este Dios con quien tratan ustedes? No se atrevan a venir ante Dios pensando ‘Pues, no a Él le gusta mi vida de pecado, pero siempre me perdonará’”. No eres un Dios con quien se puede jugar, y me inclino ante Ti en reverencia y adoración. ¡Te alabo, Señor!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste de la crisis que amenazó con dividir las tribus del lado este del Jordán de las tribus de Canaán. Comenzó cuando Rubén, Gad y la media tribu de Manasés regresaron a su propio territorio con la bendición de Josué. Antes de cruzar el Jordán, edificaron un gran altar al lado del río. Cuando las otras tribus recibieron las noticias, creyeron lo peor de sus hermanos y enviaron una delegación para enfrentarlos. Las tribus trasjordanas se declararon inocentes—el altar solamente era testigo de la fe común de los israelitas en ambos lados del Jordán. Esta crisis me enseña cuán importante es: (1) investigar un presunto delito antes de llegar a una conclusión, (2) considerar cómo se percibirían mis acciones por otros y hacer todo lo posible para evitar la impresión de haber pecado, y (3) responder en humildad y con un deseo de reconciliación cuando otros malentienden mis acciones. Los años pasaron, y Josué tenía 110 años. Sabiendo que su muerte sería pronto, juntó a las tribus y las retó a seguir fieles y obedientes a Ti. Les advirtió que así como “no faltó ni una palabra de las buenas promesas” que habías hecho, también no faltaría ninguna palabra de las maldiciones si desobedecían. Entonces juntó a todo Israel en Siquem y les exhortó a renovar su fidelidad a Tu pacto. Deliberadamente cuestionó sus expresiones de fidelidad y mandó que “quit[aran] los dioses extranjeros que est[aban] en [su] medio” (Jos 24:23). Las exhortaciones de Josué surgían de un corazón lleno de amor por Ti, e Israel Te sirvió todos los días de su vida. ¡Esto me muestra el poder y la influencia de un líder dedicado!

Reflexión

Los israelitas declararon alto y fuerte su intención de servirte entretanto habían ídolos en el campamento. ¿Me aferro a un ídolo mientras que juro fidelidad a Ti?

Petición

Padre, quiero responder al reto de Josué y renovar mi compromiso para servirte solo a Ti. Escudríñame hoy, y muéstrame cualquier cosa que no debe estar en un corazón dedicado a Ti.

Agradecimiento

Gracias por Tus muchas bendiciones. Yo solo merecía Tu juicio e ira, ¡pero me diste todas las cosas por Tu Hijo, Jesucristo!

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Josué 24:27.