Querido Padre Celestial,

Alabanza

Alabo Tu nombre hoy; eres un Dios que me anima. El salmista dijo: “Levantaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra. No permitirá que tu pie resbale; no se adormecerá el que te guarda. Jamás se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel” (Sal 121:1–4). ¡Aleluya!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me compartiste el discurso de ánimo que diste a Josué, el viaje de los dos espías a Jericó, Rahab la ramera, el cruce del río Jordán y la primera Pascua que celebró Israel en Canaán. La idea de invadir Canaán no era menos desafiante después de la muerte de Moisés que antes. Josué Te había servido de forma meritoria bajo el liderazgo de Moisés, pero en ese momento, se encargó de toda la responsabilidad de ser el líder. Es una cosa ser valiente cuando Moisés es el líder; y es otra cosa muy diferente cuando todo depende de ti. Conseguiste su atención, luchando contra su miedo y duda con palabras de ánimo: “¿No te lo he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”. Esto me enseña que: (1) nunca me mandarás hacer nada que Tu gracia no me haya capacitado para hacerlo, (2) nunca me darás una tarea sin otorgarme Tu autoridad, y (3) nunca me enviarás al peligro solo; siempre estarás conmigo.

Reflexión

Al principio, me sorprendió darme cuenta de cuánto miedo tenía Josué al pensar en entrar en Canaán. Entonces me recordé que estaba a punto de enfrentarse a un enemigo, un enemigo que él no pudo vencer. ¿Cuántas veces me he enfrentado a retos mucho menos amenazadores, pero yo mismo estaba lleno de miedo y duda?

Petición

Padre, recuérdame que hay paz en el centro de Tu voluntad; si tengo cuidado de andar en la ley y obedecer Tus mandatos, me darás éxito dondequiera que yo vaya (Jos 1:7).

Agradecimiento

Gracias por siempre estar conmigo. Dijiste a Josué: “Tal como estuve con Moisés, estaré contigo” (Jos 3:7). ¡Cuán maravilloso es saber que siempre estarás conmigo, tal como estabas con Moisés y con Josué!

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Josué 1:8–9.