Querido Padre Celestial,

Alabanza

Moisés proclamó al pueblo: “Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es” (Dt 6:4). Esta declaración expresa que: (1) Tú eres fiel, haciendo y cumpliendo promesas, (2) Tú eres “nuestro Dios”, el Dios que entra en una relación y un pacto personal con Tu pueblo, y (3) Tú eres el único Dios real, y por consiguiente, ¡mi único Dios también! ¡Aleluya!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste del segundo sermón de Moisés a los israelitas en las llanuras de Moab al fin de los 40 años de peregrinación. Este sermón se enfocó en el pacto que hiciste con Israel en el Monte Sinaí, y llamó al pueblo a ser fiel y obedecer el pacto y obedecerte a Ti. Moisés enfatizó que el pacto se había hecho con la nación de Israel, y se aplicaba a todo israelita en todo tiempo (Dt 5:3). Moisés repitió los Diez Mandamientos que proclamaste en voz alta desde el monte, y recordó cuán feliz estuviste cuando el pueblo temió y quiso obedecerte. Entonces Moisés les dio el “gran mandamiento”: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza” (Dt 6:5; Mt 22:37–38). Siguió, diciendo que amarte a Ti significaba que enseñaran Tus palabras a sus hijos y que se dedicaran a explicarles por qué sus vidas se basaban en Tus leyes. Como cristiano, yo también he entrado en un pacto y una relación contigo; este pacto es el Nuevo Pacto que menciona Jeremías y fue mediado por la sangre de Tu Hijo, Jesucristo (v. Jer 31:31–34; He 8). Este pacto contiene leyes y reglas para mi conducta, es decir, para saber cómo amarte a Ti y cómo amar a otros (v. Mt 22:34–40). Jesús repitió el llamado de Moisés a la fidelidad al pacto y a la obediencia cuando inauguró el Nuevo Pacto (v. Jn 14:15), y dejó en claro que el Pacto Mosaico me mostraría cómo poner en práctica diaria Tu ley de amor (Mt 7:12; Ro 13:9–10; Gá 5:14).

Reflexión

Jesús dijo: “Si ustedes Me aman, guardarán Mis mandamientos” (Jn 14:15). ¿Estoy guardando Tus mandamientos con todo mi corazón, con toda mi alma y con toda mi fuerza?

Petición

Padre, dame un corazón que siempre Te tema tanto que me aleje del pecado y que Te ame tanto que obedezca Tu voluntad en todo (Dt 5:28–29).

Agradecimiento

Gracias por Tu promesa—“Si guardan Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor, así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre y permanezco en Su amor” (Jn 15:10).

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Deuteronomio 6:7.