Querido Padre Celestial,

Alabanza

Te alabo hoy; a Ti Te importa mi bienestar, y me proteges de daños. Tu presencia en el campamento de Israel era peligrosa para la gente, y elegiste a los levitas para guardar Tu Tabernáculo para prevenir la muerte de los insensatos, curiosos o rebeldes. Así eres Tu; siempre estás guardándome, ¡incluso cuando no lo merezco!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste del censo de los levitas. Los levitas habían sido exentos del censo militar porque los habías tomado en lugar de todo primogénito de Israel; Te pertenecían a Ti como sacrificios vivos. ¡No es poca cosa ser escogido y puesto aparte por Ti! Después de ser contados, el total fue comparado con el total de los hombres primogénitos de las otras tribus, y la diferencia fue redimida por dinero. Los 273 primogénitos extras no fueron pasados por alto; conocías a cada uno que Te pertenecía y nadie fue olvidado. Entonces asignaste deberes específicos a cada familia levita; a Coat llevar las cosas consagradas y los muebles, a Gersón llevar las cortinas y la cubierta, y a Merari llevar la estructura del Tabernáculo. Los levitas cumplían un papel importante en la comunidad; guardaban el Tabernáculo para prevenir que la gente tocara los objetos santos. Se demuestra Tu preocupación al proteger a Israel y prevenir la muerte innecesaria. También se demuestra que ningún deber cumplido en Tu servicio es insignificante; cada trabajo en mover y mantener el Tabernáculo, por pequeño que sea, era importante y honroso por ser hecho para Ti y en obediencia a Tu voluntad.

Reflexión

Las familias levitas podrían haber estado descontentas con los deberes asignados a ellas. ¿Tengo envidia de los deberes de otros y menosprecio las responsabilidades que me has dado?

Petición

Padre, ayúdame a entender que rehusar obedecerte por sentir que el trabajo es demasiado poco es un tipo de arrogancia y rehusar obedecerte por creer que es demasiado difícil es un tipo de incredulidad.

Agradecimiento

Te agradezco mucho por Tu cuidado de mí y Tu provisión. Como dijo el salmista: “El SEÑOR te protegerá de todo mal; Él guardará tu alma (Sal 121:7).

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Números 4:18–20