Querido Padre Celestial,

Alabanza

Te alabo hoy por ser un Dios de reivindicación y restauración. Dices: “Porque el Señor juzgará a Su pueblo, y tendrá compasión de Sus siervos” (Sal 135:14), y “después de que hayan sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que los llamó a Su gloria eterna en Cristo, El mismo los perfeccionará, afirmará, fortalecerá, y establecerá” (1 P 5:10). Hoy te adoro por Tu bondad; condenas al orgulloso, pero exaltas al humilde.

Hoy en Tu Palabra

Hoy me hablaste sobre el momento más bajo en la vida de José. Después de casi una década del trabajo y servicio fiel a Potifar, fue acusado injustamente y echado en la cárcel. Esto quiere decir que puedo estar en Tu voluntad, haciendo lo que quieres, y aún ser tratado cruelmente e injustamente por las personas a las que sirvo. Para colmo, cuando José se mostró amable con el panadero y con el copero, el copero “no se acordó de José, sino que se olvidó de él” (Gn 40:23). Pero José siguió en una buena actitud y un espíritu sumiso, y por eso lo bendijiste e hiciste que prosperara. Después de dos años en la cárcel, sin ninguna esperanza de ser librado, Tú actuaste soberanamente para levantar a José a lo más alto del poder, solamente abajo de Faraón (de esclavo a primer ministro en 13 años). ¡Es verdad que estás con los que esperan con paciencia en Ti! Durante los siete años de abundancia, José tuvo dos hijos, Manasés y Efraín: “hace olvidar” y “fecundo”. De forma maravillosa, su historia averigua Tu poder para restaurar y refrescar!

Reflexión

José es un ejemplo inspirador de un hombre que era víctima de las mentiras de otros, pero se resistió a someterse a la amargura y al resentimiento. ¿Cómo reacciono cuando amigos íntimos me traicionan y otras personas chismean sobre mí?

Petición

Padre, ayúdame a no olvidar que si sufro por causa de la justicia, seré bendito. Dame la gracia que necesito para evitar ser “vencido de lo malo” y para “vencer con el bien el mal” (RV60).

Agradecimiento

Gracias por el ejemplo inspirador de un hombre que vivía por la fe. La vida de paciencia y sumisión que vivía José demuestra que yo también puedo pasar por el fuego y emerger refinado y victorioso (1 P 1:7).

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Génesis 40:41.