Querido Padre Celestial,

Alabanza

¡Eres el Dios que le respondió a Job desde el torbellino! Solo Tú existías al comienzo del tiempo; echaste los cimientos de la tierra y encerraste con puertas el mar. El clima está bajo tu control, y por tu orden las estrellas giran en órbita. Lo sabes todo y ningún propósito tuyo se puede ser frustrado. Te adoro hoy, ¡y alabo a tu Nombre!

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste de las preguntas que hiciste a Job. Empezaste por preguntarle sobre la creación de la tierra y el clima. Concluiste por preguntarle sobre los animales (Job 38:39–39:30), con atención especial dada a Behemot (Job 40:15–24), lo más fiero de los animales terrenales, y el Leviatán (Job 41), la más aterradora de las criaturas marinas. Tus preguntas no pretendían menospreciar o degradar a Job, sino que fueron diseñados para ayudarle a enfocarse en algunas verdades claves: 1) tú eres Dios, el Creador; yo soy hombre, el creado, 2) tú estabas al comienzo, yo no, 3) tú eres omnisciente y omnipotente; ante ti, no tengo ni poder ni conocimiento. La respuesta apropiada a estas verdades es la humildad, la veneración, y el temor reverencial, y es exactamente cómo respondió Job (Job 42:1–6). Le diste a Job un don precioso: una experimentación personal e íntima de tu presencia majestuosa. Para Job, le bastó con estar en tu presencia: “He sabido de Ti sólo de oídas, pero ahora mis ojos Te ven” (Job 42:5). Después de hablar con Job, restauraste sus fortunas, y su fin fue más bendito que su comienzo. “Y murió Job, anciano y lleno de días” (Job 42:17).

Reflexión

Cuán fácil es permitir que las tribulaciones y los problemas en mi vida oscurezcan la belleza de tu presencia. Puedo llegar de estar tan enfocado en mis circunstancias que olvido a quién reina sobre el viento y la mar (v. Mr 4:35–41).

Petición

Padre, ayúdame a quedarme firme en el sufrimiento y paciente en tiempo de tribulación. Enfoca mi corazón y mente en tu bondad: “Miren que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron (perseveraron). Han oído de la paciencia (firmeza) de Job, y han visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo y misericordioso” (Stg 5:11).

Agradecimiento

¡Gracias por las muchas bendiciones que me has dado! Job me recuerda que toda cosa buena que tengo proviene de ti, y que deseas bendecirme y conformarme a la imagen de tu Hijo.

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Job 42:10.