Querido Padre Celestial,

Alabanza

Hoy te honro como mi Padre agradable y amable. Al contrario de lo que creía Elifaz, sí que estás orgulloso de mí como tu hijo, sí que estás feliz cuando te obedezco, y te agrado cuando resisto la tentación. De hecho, eres la Persona que dijo a Satanás: “¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra; es un hombre intachable (íntegro) y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:8). Digo con alegría: “¡Alabo a Dios!”

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste del tercer y último discurso de Elifaz a Job. Elifaz alegó que a ti no te importaba la santidad de la vida de Job (Job 22:3) y le acusó a Job de haber cometido algunos pecados específicos: “Y le negabas pan al hambriento” (Job 22:7b; v. Ap 12:10). Elifaz advirtió a Job que él no pudiera escapar tu castigo e instó que volviera a ti para arrepentirse. Job no hizo caso de las acusaciones de Elifaz, pero respondió a su súplica por decir: “¡Quién me diera saber dónde encontrarlo!” (Job 23:3). Job estaba convencido que aunque no sabía dónde estabas, tú conocías la senda santa en que había caminado (¡Dios sabe que soy inocente!). Job expresó su frustración por lo frecuente que no se castigan los malvados y concluyó con una maldición contra ellos (Job 24:1–25).

Reflexión

La lectura de hoy me recuerda de los tiempos en mi vida cuando tú parecías silente y lejano de mí. Como Job, he buscado a ti en desesperación; “Me adelanto, pero Él no está allí, retrocedo, pero no lo puedo percibir” (Job 23:8).

Petición

Padre, ayúdame hoy a no olvidar que “los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquéllos cuyo corazón es completamente Suyo” (2 Cr 16:9). De hecho, estás cercano a los quebrantados de corazón y salvas a los abatidos de espíritu (Sal 34:18).

Agradecimiento

Tu dijiste: “El Señor es tu guardador. El Señor te protegerá de todo mal; Él guardará tu alma” (Sal 121:51, 7). Gracias por protegerme del daño espiritual, y por ayudarme a ser firme a pesar de cualquier sufrimiento físico que experimente en esta vida.

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Job 23:12.