Querido Padre Celestial,

Alabanza

Hoy te alabo por tu misericordia. No me olvidas en tiempo de aflicción(Gn 8:1), y eres mi refugio en las tempestades de la vida. Te alabo por ser un Dios de nuevos comienzos y oportunidades segundas. Aunque el hombre sigue pecando contra ti, permaneces fiel para guardar tus promesas. Prometiste guardar segura el arca, y lo hiciste. Prometiste mantener los ciclos de las estaciones en la tierra, y siempre han llegado a tiempo. Prometiste nunca jamás destruir la tierra con un diluvio mundial, y has guardado esa promesa. Te alabo porque puedo confiar en tus promesas.

Hoy en Tu Palabra

Hoy me dijiste sobre el fin del diluvio y el nuevo comienzo del hombre en la tierra. El primer hecho de Noé al salir del arca fue edificar un altar y adorarte por tu misericordia y fidelidad. También aprendí que el mundo entero fue repopulada por los tres hijos de Noé, y las naciones que se levantaron en el Oriente Medio descendieron de ellos. Pero la maldad no fue destruida por el diluvio; siguió viviendo en el corazón humano y rápidamente inspiró que el hombre rebelara de nuevo contra ti. Lo vi en la actitud de Cam hacia Noé (quien profetizó la perversión futura de los cananeos), y en la negación de la gente a multiplicar y llenar la tierra (confundiste su lengua y los dispersaste por todo el mundo).

Reflexión

Noé envió varios pájaros del arca para ver si las aguas había secado en la tierra, pero no salió del arca hasta que le dijiste que era la hora. Como Noé, necesito confiar en ti y tener paciencia mientras espero tu dirección.

Petición

Padre, hoy te pido que me des un sentido de gratitud por tu misericordia. Que mi vida, como el sacrificio de Noé, sea un aroma agradable para ti.

Agradecimiento

Gracias por llevarme sano y salvo por las tribulaciones de mi vida y por hablar conmigo personalmente por tu Palabra.

En el nombre de Jesucristo, Amén.

Versículo de Meditación: Génesis 9:13.